domingo, 14 de octubre de 2012

Ensayo final sobre lo sublime

Equipo Kiwi (Grupo 3):
Mónica Alda Sanz
Oliver Domingo Martín
Natalia R. Giavedoni Corujo

Lo sublime: acción y experiencia
 
La escisión que existe entre la obra y el espectador plantea la visión sobre lo sublime que se expone en este ensayo, de manera que se establece que la obra artística, entendida ésta como materia delimitada e inerte, no es objeto de sublimación ni fuente de la experiencia de lo sublime. Este término se debe comprender como aquello capaz de llevar al sujeto a un éxtasis más allá de su racionalidad, a una experiencia catártica imposible de describir, a un estado de suspensión mental sucumbiendo a lo informe, a lo no matérico, invitado por las sensaciones conjuntas de placer y dolor, de dolor y poder.
La mera contemplación de una representación de un cielo estrellado no suscita la experiencia real de infinitud, de éxtasis ante lo inabarcable, ante lo que no podemos aprehender, aquello que nos resulta irracional, ya que estamos ante una ficción. De esto se desprende la idea de que el pintor tampoco puede experimentar lo sublime ante su propia obra, ha de ir más allá. El artista Günter Brus, miembro del Accionismo Vienés, dio sus primeros pasos en una forma de pintura convencional, pero pronto comenzó a usar su propio cuerpo como lienzo respondiendo a una necesidad de romper con la separación entre su obra y él mismo. Quería vivir en la pintura. "Mi cuerpo es la intención. Mi cuerpo es el acontecimiento. Mi cuerpo es el resultado. (aquí hay una nota a pie de página)
La experiencia de lo sublime, ese "horror delicioso", sólo es posible a través de la acción directa del artista. Por tanto, la única manifestación artística que puede inducir a la experiencia de lo sublime es la performance, puesto que los límites entre obra, artista y discurso se disuelven formando un todo, de tal manera que el propio artista vive en su obra. En estas acciones el espectador queda relegado a ser un simple observador como el que contemplaba el cielo estrellado, pese a que en ocasiones tenga una función determinante en la performance. No obstante, el público jamás alcanzará la sublimidad.
 
La obra del fotógrafo japonés Nobuyoshi Araki es un claro ejemplo de la escisión obra-artista que se mencionó al comienzo de este texto así como de la experimentación en primera persona de lo representado. Araki es participe de las acciones mostradas en sus fotografías; sus mujeres atadas experimentan esa sensación de sublimidad a causa de la interrelación de dolor y placer por la que llegan a la catarsis, a una purgación de los sentidos, de la misma manera que el propio artista lo hace desde su posición de dominador a través del cual ejerce su poder.
Las fotografías son el testimonio que nos queda de sus vivencias, de tal modo que tanto nuestra experiencia como la del autor son meramente contemplativas.
 
En conclusión, lo sublime viene dado exclusivamente mediante la propia experiencia activa del vacío, del infinito, del miedo, de lo prohibido, del dolor... ya que estas sensaciones conducen al estado más intenso de la mente. En el ámbito artístico se reduce a la figura del artista como sujeto capaz de llegar al éxtasis a través de la performance, pues el objeto por sí mismo no provoca dicho estado.
 
 
 Bibliografía

  • Libros:  
o   ADDISON, Joseph. (1991), Los placeres de la imaginación y otros ensayos de “The Spectator”. (Edición de Tonia Raquejo). Madrid, Visor Distribuciones.
o   ARAKI, Nobuyoshi; Clark, Larry [Exposición]. (1994). Cuerpos, memorias. Nobuyoshi Araki, Larry Clark. Fotografías. Sala Parpalló, Valencia, Colección Imagen.
o   AULLÓN DE HARO, Pedro. (2006), La sublimidad y lo sublime. Madrid, Editorial Verbum.
o   BURKE, Edmund. (1985) [1757], Indagación filosófica sobre el origen de nuestras ideas acerca de lo sublime y lo bello. Valencia, Artes gráficas Soler S.A.
o   FALERIO, Demetrio. (1979), Sobre el estilo (Demetrio). Sobre lo sublime (Longino). Madrid, Editorial Gredos, D.L.
o   PARDIÑAS, Rubén. (2004), Seamos serios, pero no tanto: arte, filosofía y la persistencia de los sublime. Madrid, Editorial Lengua de trapo.

  • Revistas digitales:     
o   ACOSTA LÓPEZ, Mª del Rosario. (2005) Lo sublime y la visión trágica del mundo en los textos filosóficos Schillerianos. Revista del Departamento de Literatura Educación Estética, No. 1, Bogotá.
o   FAJARDO FAJARDO, Carlos. (2000) Estetización de la cultura. ¿Pérdida del sentimiento sublime? Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid: [Consulta: 6/10/2012]
o   SCHECK, Daniel O. (2009): Lo sublime en la modernidad. De la retórica a la ética. Revista latinoamericana de filosofía v.35, nº1. Buenos Aires.

  • Webs:
o   Acedmia.edu. [En línea]: La tragedia como conjuro: el problema de lo sublime en Friedrich Schiller. Universidad Nacional de Colombia. Por Mª del Rosario Acosta López (2008).
o   Algarabía, léeme y sabrás. [En línea]: J.M.W. Turner: De lo Bello a lo Sublime. Por Victoria García Jolly (2011).
o   Filosofía y otras letras. [En línea]: La concepción kantiana de lo sublime matemático en la “Analítica de lo sublime” de la Crítica del juicio. Por Carlos Escudero (2007).
o   Paula Velasco. [En línea]: Lo sublime o la naturaleza incontrolable del hombre. Por Paula Velasco (2011).
http://paulavelasco.com/?p=506” [Consulta: 8/10/2012]
o   Theorein. [En línea]: Lo sublime en Kant.
http://theorein.wordpress.com/2011/03/15/lo-sublime-en-kant/” [Consulta: 7/10/2012]
o   Universia.Biblioteca.Net. [En línea]: La muerte como objeto de lo sublime. Repositorio Académico de la Universidad de Chile. Por Rocío Cortés Ivani (2008).
http://biblioteca.universia.net/html_bura/ficha/params/title/muerte-como-objeto-sublime/id/37095783.html” [Consulta: 10/10/2012]
o   Wikipedia. [En línea]: Sublime.
http://es.wikipedia.org/wiki/Sublime” [Consulta: 10/10/2012]
 

(nota a pie de página) AMORÓS BLASCO, Lorena. (2005), Abismos de la mirada: la experiencia límite en el autorretrato último, Murcia, Cendeac, (1ª), p.115.

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