miércoles, 23 de enero de 2013

Imágenes del mundo e inscripción de la guerra (1989) de Harun Farocki

Ayer utilizamos los talleres a modo de clase presencial. En esta ocasión vimos un vídeo de Harun Farocki titulado Imágenes del mundo e inscripciones de la guerra. Relexionamos sobre las imagenes y su significado al igual que los medios de reproductibilidad.

Sobre Harun Farocki:

Nacido en 1944 en Nový Jičín, Checoslovaquia, de madre alemana y padre indio, Harun Farocki estudió cine en Berlín y entre 1973 y 1984 fue editor de Filmkritik, la revista de cine más influyente de Alemania. Dueño de una obra monumental, los más de 60 documentales de este inclasificable autor representan una de las miradas más agudas y críticas de nuestras sociedades.
Teniendo como premisa “qué se esconde realmente detrás de las imágenes”, su obra se vale muchas veces de la resignificación de aquellas tomadas por otros, a las que él resignifica, aportándole otro sentido y proponer una reflexión certera del mundo contemporáneo.
Sin abandonar jamás el sentido cinematográfico, y utilizando como estilete el montaje, su intención es revelar un trasfondo de símbolos en los que el poder se instala, corriendo velos e intentando hacer ver aquello que en un principio se oculta a través de naturalizaciones y otras manipulaciones
.


Sobre Imágenes del mundo e inscripciones de la guerra:

Para muchos, Farocki es una especie de Foucault cinematográfico, y sin duda es un excepcional comentarista de dimensiones afines de la realidad social. Especialmente, en Imágenes del mundo… el cineasta alemán llega a demostrar que el cine es el panóptico, pero no el cine comercial o lo que convencionalmente se llama cine cuando salimos a disfrutar de una buena película, sino la imagen audiovisual, partiendo de su origen: la fotografía, e incluso la simple ilustración, el dibujo de algo, una fisonomía del paisaje que durante el Renacimiento adoptó carácter analítico.


La demostración de Farocki se acerca a la aridez. Su documental no tiene los conectores lingüísticos del habla o del repertorio que Griffith y el primer Hollywood establecieran. Cortes secos ponen en paralelo, digamos, el prólogo, sobre el estudio de las corrientes hidrológicas, y el desarrollo histórico de la imagen en tanto estudio de la luz. Ambos tipos de estudio son amortiguamientos de flujos "significativos" del mundo real que así revierten en provecho posterior de quien conoce su funcionamiento.


Curiosamente, la analogía con la luz se agiganta, ocupa casi todo el documental, y volvemos al final al estudio sobre el agua, con una imagen de la marea penetrando con fuerza el canal destinado a su análisis y en el audio una metáfora verbal que pide que “la realidad empiece”.


La idea de que la ilustración, la fotografía y, por extensión, el cine, no podrán contener el impulso de una realidad que permiten conocer pero también tergiversar, si no negar, nos permite de nuevo soñar con la utopía de lo que no dejamos de considerar como un régimen social más humano, pero es admirable cómo el documental de Farocki nos pide, o más bien nos exige la participación en ese acto de presión.


Como si de nada se tratara, como si fueran simples hechos que por sí solos hablaran, pero en verdad astutamente yuxtapuestos, los modos en que los nazis fotografiaron los campos de concentración, en que los “aliados” descubrieron los mismos, en que estos se negaron a liberar a los judíos allí presos en espera de una victoria total, o en suma, los modos en que la realidad habla en la imagen pero sobre todo en que tal información depende de la lectura que hagamos de ella, encuentra un impresionante recodo restaurador en la historia de unos judíos prisioneros en Auschwitz que escriben códigos ilegibles por los capos o los nazis, para ejercer un sabotaje al campo de exterminio, y lo logran.

 

Las fotos aéreas que muestran los restos del sabotaje, nos dice Farocki, muestran cómo unos códigos cifrados “cambiaron la realidad”, lo cual se contradice con las imágenes del mundo que unos quieren ocultar y otros desestiman (no se deje de recordar el comentario de Marker en Sans soleil [Marker, 1983] sobre sí mismo como un preso que raya en la pared).


En cualquier caso, el llamado a que la realidad comience implica hacer lo que la imagen nos impele a hacer, no solo por una conveniencia determinada, sino como una confrontación con lo real. Un paso atrás, en que ella nos refuta fríamente y hemos de asentir, abandonando el control, negándonos a él.


"[...] Cualquier forma de argumentación lineal brilla por su ausencia; de hecho, el film avanza por momentos construyendo asociaciones casi caprichosas. Los materiales no están sujetos aquí a una bajada de línea ideológica, o a la fundamentación de una perspectiva teórica predeterminada; tenemos la impresión de que los materiales sólo se van revelando gradualmente al espectador por sí mismos, y nunca del todo, como si una obra tan obviamente orientada a exponer la idea de Ilustración mantuviera sin embargo deliberadamente un aire de misterio en sus materiales más allá del alcance del raciocinio del espectador." (Christopher Pavsek, Harun Farocki's Images of the World, rouge.com.au)



"[...] la imagen no es rastro visible de una realidad originaria, sino más bien cosa legible, cosa que debe ser leída y no sólo vista, o incluso, leída para poder ser vista. Más aun, la legibilidad de esta imagen está ligada íntimamente con la borradura, el olvido o la destrucción de 'su' objeto: es íntima y necesariamente una forma de violencia sobre el mundo, no sólo su doble, sino también su destrucción, duplicidad que el propio título del film ya deja entrever: "Imágenes del mundo e inscripción (epitafio) de la guerra". (Allan James Thomas, Senses of Cinema)


Este es un pequeño clip de Imágenes del mundo e inscripciones de la guerra que corresponde a la parte donde se muestran fotografías de mujeres argelinas que nunca habían sido fotografiadas como son en realidad, sin ocultaciones, sin velos que las tapen.

Es curioso como resulta tan cierto ese dicho que dice: "una imagen vale más que mil apalabras". Y es que el film de Farocki destaca sobre todo por eso, por las imágenes, algunas de ellas mostrándonos que la "realidad" que creemos ver no es siempre la realidad que vivimos, como ocurre con las fotografías aéreas de los campos de concentración, que a simple vista parecían no serlos, bien podrían ser confundidos por granjas. Total como iba a ser algo evidente si no existían. Los pilotos no buscaban campos de concentración porque para ellos no existían...claro (relación entre ver y saber y saber y ver).
Me quedo con la imagen, supongo también porque es la más fuerte y chocante), de la mujer judía que se gira y en ese momento es captada por una cámara nazi. Es curioso como aquel que la va a destruir a su vez la conserva. Físicamente ella desaparecerá  pero su imagen plasmada en una foto quedará inmortalizada para siempre y seguramente pasará a la historia de manera que pervivirá.

Algunos apuntes:
-Los inicios de la fotografía-> la perspectiva, cosas que el ojo no puede captar.
-Fotografías desde el aire. Reconocimiento de nuestra tierra a través de estas fotos->aviones militares.
-Fotografías a mujeres argelinas por primera vez.
-La reproductibilidad de los objetos.
-Como ciertos momentos no pudieron ser captados por la cámara por prohibiciones y se tuvo que recurrir al dibujo-> campos de concentración nazis.
-Fotografía->como medio para retratar.
-Fotografiar monumentos para la recuperación de edificios en caso de destrucción->la fotografía registra.
-La fotografía destapa la realidad.

Una película que sin duda vería una vez más para captar más detalles.

*Sobre Harun Farocki: Información sacada de: http://www.carlossviamonte.com.ar/2011/10/el-cineclub-la-rosa-dedica-noviembre.html
*Sobre Imágenes del mundo e inscripciones de la guerra: Información sacada de: http://maderasalvaje.blogspot.com.es/2012/06/documentales-indispensables-hoy-1.html

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