domingo, 13 de enero de 2013

Dora García

Dora García nació en Valladolid, en 1965. En 1988 se licenció en Bellas Artes en la Universidad de Salamanca. Ese mismo año participó en la Muestra de Arte Joven, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Entre 1988 y 1989 tomó parte en los talleres de arte que organizó el Círculo de Bellas Artes de Madrid, y realizó un curso en Arteleku, en San Sebastián. En 1989 obtuvo una beca Nuffic que le permitió estudiar entre 1989 y 1991 en la Rijksakademie van Beeldende Kunsten de Ámsterdam. Cuando habla de sus continuos viajes, la artista afirma que ser un extraño allá donde va no le hace feliz, pero en cambio es muy productivo para su carrera artística. 

Ha participado en múltiples exposiciones individuales, tanto en Holanda como en Bélgica y Madrid. Cabe destacar su participación en Manifesta 2 en 1998, en la sección Proyectos de ARCO, en  el año 2000, en la que presentó la videoinstalación Sueño (muy cerca) en colaboración la bailarina y coreógrafa Marian del Valle, y en la 8ª Bienal de Estambul, en 2003. Actualmente, desarrolla su trabajo entre Bruselas y Ámsterdam.

Su obra

La  obra  de  Dora  García  abarca  disciplinas  tan  diversas  como  la  fotografía, escultura, instalaciones, performance, vídeo, sonido o net.art. Durante los primeros años de su carrera desarrolló principalmente la escultura y el dibujo. Sus esculturas, realizadas casi siempre para un entorno concreto, se caracterizan por la simplicidad. Alternaba esta actividad con las obras gráficas y con el dibujo, del que se vale para contar historias. No concibe el arte gráfico como su principal producción artística ya que esta técnica exige, según ella, una infraestructura más compleja, y además el artista está muchas veces limitado por el formato y el soporte. De cualquier forma, no rechaza crear obras gráficas en lo que ella denomina “intermedios de trabajo”.


Dora García investiga las múltiples relaciones que existen entre un sujeto y el contexto en el que se sitúa. Analiza las leyes y contradicciones que rigen el comportamiento humano en sociedad. Basa  su obra en el uso de la ficción como herramienta en las artes visuales, jugando sin parar  con la dicotomía ficción–realidad. El espectador, involuntario en muchos de los casos, no sabe si lo que está viendo es verdadero, o simplemente fruto de una invención. Desarrolla dos instrumentos que son fundamentales en su trabajo: Internet y la performance. 

Es un hecho probado que las nuevas tecnologías de la información e internet ofrecen un medio ideal para inventarse situaciones y hacer que parezcan verdad, aunque en realidad no lo sean. En esta misma línea, a Dora García le gustan las performance que se hacían en los años sesenta en Estados Unidos porque, según sus propias palabras, Según las propias palabras de la artista, “nunca se sabe en qué momento empiezan y acaban, e incluso cuesta trabajo identificar al performer, creándose un espacio de duda constante entre el artista y el público”. 

Para llevar a cabo sus proyectos, Dora García aúna estas dos herramientas, y desarrolla performances on-line.  Afirma que sus obras pretenden que desaparezcan los límites entre los hechos reales y su narración, entre lo real y lo imaginado, de forma que siempre esté presente la sospecha sobre la veracidad de los hechos. 
Dora García también pretende modificar la relación que se establece habitualmente entre el espectador, el artista y su obra. Crea una tensión en los espectadores, ya que sus obras admiten diversas interpretaciones espaciales. El espectador no tiene prefijado el camino que debe recorrer, sino que puede moverse libremente por el espacio para examinar los objetos desde diversos ángulos. Pero por otro lado, tiene la posibilidad de situarse en un punto en la distancia, desde el que apreciar las obras como si de pinturas se tratase. 

Esta ambigüedad se refleja también  en el plano conceptual, ya que las connotaciones interpretativas que plantean las obras de Dora García hacen que nuestra capacidad de asociación esté continuamente activa. 
Quiere con sus instalaciones crear un espacio con una estructura compleja, con multitud de elementos que rodeen al espectador, de forma que sienta que este espacio ha sido creado en exclusiva para él. 

La creación de contenido es un proceso que fascina a Dora García. Igual que en la literatura, es algo que ocurre en  el espacio entre el lenguaje visual y el contenido concreto. Fijarnos únicamente en las figuras de forma individual y en las actuaciones específicas no nos acercará  a ese contenido, ya que es fundamental concebir los elementos como un todo para lograr comprender ese todo. 


En el texto que leí de Dora García titulado ¿Pato o conejo?, la artista exponía que ella quería ser artista por la pasión desenfrenada que tenía hacía ciertos artistas y no porque tuviese especiales aptitudes para ello. Y entonces yo me pregunto ¿puede ser artista hoy en día cualquier persona?. 
Hace siglos se tenía muy claro quien era artista y quien no, y desde luego se demostraba a través de las habilidades técnicas de la persona, cualquiera que no entrase en este rango no podía ser calificado como artista. Hoy en día creo que esta algo más difuso este termino o quizás no, desde luego ya no implica las mismas condiciones. Hay una cosa que esta bien clara y es que aquel que genere una propuesta conceptual y "guste" ya es considerado artista. Y aquel que genera una obra más plástica y menos conceptual, el que crea cuadros, esculturas, etc, a la manera clásica, ¿es considerado artista?. Pues en este caso depende, desde luego no es lo que más triunfa en la actualidad y aquí cuesta más decidirse. Por lo tanto yo me llego a plantear determinadas cosas como estudiante de bellas artes, como por ejemplo ¿por qué, si hoy en día prima más la obra conceptual, discursiva, predominante sobre la habilidad técnica, siguen enseñando en las facultades de bellas artes, las artes de pintar, esculpir y dibujar? ¿no es perder un poco el tiempo ante lo que se "lleva"? ¿no es contradictorio?. Yo como estudiante de esta carrera apoyo este tipo de enseñanza clásica, y puede que mi visión del arte sea algo anticuada pero sinceramente creo que es esto es ser realmente artista. Y no significa que este en contra de las obras más conceptuales, para nada. Considero el discurso un elemento fundamental en las obras, sin embargo no puede evitar sentirme estafada por determinados artistas. Es ver expuesta su obra y pensar que me están tomando el pelo, técnicamente no son gran cosa o nada, pero parece que el texto que va detrás de ella encandila a los entendidos de arte. Me da la sensación que cualquiera con un poco de picaresca y demagogia puede llegar a conseguir tan apreciado título. Quizás se trate de tener mucha suerte y algo más en este mundo. 

*Sobre Dora García : Información sacada de: http://librivision.artium.org/dossieres/AR00105/GarciaDora.pdf

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